¿La razón de esto? Las moléculas que nos producen esa sensación de picor cuando comemos chile no son solubles en agua pero sí en grasa. Por ello, si alguna vez te enchilas, huye del agua y échale mano a un vaso de leche o a cualquier producto graso que tengas cerca. Por este mismo motivo, agregando nata a tus platillos con chile rebajarás su intensidad y su picor, además de darles un toque muy característico y muy mexicano.
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¡Atentxs a la receta!
Ingredientes
4 personas | 20 minutos
• 3 patatas grandes.
• 1 cebolla grande.
• 1 diente de ajo.
• 200 ml de nata espesa.
• Salsa de chile chipotle.
• ½ vasito de agua.
Elaboración
1. Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas (de no más de medio centímetro).
2. En una sartén, ponemos a freír la cebolla cortada en tiras junto con el ajo bien picadito, durante unos 5 minutos.
3. Agregamos las patatas en capas sobre la cebolla y el ajo, añadimos el agua y sal y tapamos. Cocinamos a fuego medio durante unos 10 minutos (comprobar cantidad de agua durante ese tiempo y si es necesario añadimos más).
4. Incorporamos la nata y la salsa al gusto, removemos con cuidado de no deshacer las patatas y corregimos agua. Tapamos y dejamos al fuego otros 5 minutos.
5. Destapamos y corregimos sabor. Servir y acompañar con ensaladas, arroz o frijoles refritos.
¡Esperamos que las disfrutéis!
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